Sanciones de Estados Unidos contra organizaciones palestinas de derechos humanos

5 de septiembre de 2025

 

El Instituto Palestino para la Diplomacia Pública obtiene su firmeza de nuestro pueblo y de todas las organizaciones decididas a defender nuestros derechos fundamentales y nuestra liberación. Ayer, tres de las organizaciones de derechos humanos más destacadas de Palestina, Al Haq, Al Mezan y el Centro Palestino para los Derechos Humanos, fueron sancionadas por la Administración de los Estados Unidos, principalmente debido a su labor para llevar justicia a los palestinos ante la Corte Penal Internacional (CPI). Los equipos de estas organizaciones han sido testigos del genocidio en curso y de sus atrocidades en Gaza y el resto de Palestina. Han sido desplazados, bombardeados y atacados, pero siguen documentando para dar a conocer nuestra realidad al mundo y hacer justicia a nuestro pueblo.

Las sanciones de ayer se producen tres meses después de que otra organización palestina de derechos humanos, Addameer, dedicada a la defensa de los presos políticos palestinos, fuera designada «organización terrorista», y un mes después de las sanciones contra Francesca Albanese, relatora especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados. También se producen en un contexto de persecución política y detenciones en Estados Unidos contra palestinos y sus aliados. No se trata solo de un ataque legal, sino de una vergüenza moral que busca criminalizar a quienes defienden la vida, la dignidad y los derechos.

Estos acontecimientos no son sorprendentes. Las sucesivas administraciones estadounidenses han optado por ser enemigas del pueblo palestino y de la justicia, patrocinando, apoyando y encubriendo deliberadamente el genocidio, la ocupación y el colonialismo de asentamientos. Al optar por la hegemonía, la intimidación, el imperio de la fuerza y el menoscabo de cualquier forma de orden multilateral justo y de derecho internacional, se está acelerando la aniquilación de nuestro pueblo y nuestra tierra, al tiempo que se sigue siendo cómplice de la explotación de personas y recursos en todo el mundo.

El intento de impedir directamente el funcionamiento de las organizaciones de derechos humanos es un intento desesperado y fútil de silenciar y desmovilizar a los palestinos que, a pesar de los implacables intentos de borrar su existencia, han seguido resistiendo y defendiendo su dignidad frente a la brutalidad colonial. Estas acciones no disuadirán a nuestro movimiento civil en Palestina y en el extranjero de permanecer unidos contra los Estados que, en esencia, tienen la misión constante de destruir, controlar, dominar y desplazar.

Los países de todo el mundo deben dar un paso al frente y elegir entre seguir siendo cómplices o cumplir con sus obligaciones legales, morales y políticas de apoyar el derecho fundamental de los palestinos a la autodeterminación y la resistencia a la opresión. En concreto, debemos seguir haciendo hincapié en la necesidad de imponer sanciones diplomáticas y económicas inmediatas a Israel, incluyendo embargos totales de armas y energía y excluyéndolo de todas las instituciones y foros multilaterales. En lo que respecta a las sanciones contra las organizaciones palestinas y sus aliados, la UE tiene la responsabilidad particular de invocar y aplicar inmediatamente el Estatuto de Bloqueo para contrarrestar las sanciones de Estados Unidos;

Seguiremos luchando por la justicia hasta la liberación total de Palestina.